jueves, 2 de julio de 2015

¡No a la Ley Mordaza!


El mes de julio ha empezado con la entrada en vigor de la Ley de Seguridad Ciudadana y de la reforma del Código Penal. De esta manera, el régimen político constitucional pretende cortar de raíz las protestas contra las políticas adoptadas por el gobierno del Partido Popular durante la última legislatura. No hay duda de que las imágenes de unos manifestantes frente al Congreso de los Diputados o de un joven agredido brutalmente por las fuerzas policiales son algo que podría llevar a muchas personas de la indignación pasiva a la activa; algo que no puede consentir una clase política que, además, ha hecho (y sigue haciendo) pagar la crisis económica del capitalismo a una juventud que en los últimos años ha visto muy limitadas sus posibilidades de formación educativa, especialmente en la enseñanza universitaria.
El Frente de Estudiantes Sindicalistas (FES) ve en la aprobación de esta “Ley Mordaza” un acto de represiva cobardía por parte de un régimen político que pomposamente se declara “democrático” y “de Derecho”, aunque en la práctica las leyes que promulgan suelan ir contra los intereses de los españoles. Estamos convencidos de que esta cobardía represiva también pretende acallar las protestas estudiantiles, porque nada gusta menos a quienes privan de becas y plazas en la universidad a los jóvenes (y no tan jóvenes) que escuchar cómo les reprochan su poca vergüenza.

Este injusto sistema político, económico y social teme perder el siniestro control que ejerce sobre la vida de las personas. Pero mucho más el auge de una fuerza verdaderamente opositora, que además de los cambios políticos y económicos reivindique un cambio rotundo de valores. No basta con rechazar la injusta Ley Mordaza que quiere silenciar la voz de los oprimidos. Hay que aspirar a un cambio de sistema y de sociedad. Por eso, el Frente de Estudiantes Sindicalistas (FES) sigue ofreciendo la bandera del nacionalsindicalismo a todos aquellos que desean un cambio real y otra España. Nosotros creemos que es posible y vale la pena luchar por ello.