Semejante
atrocidad contra la Historia lleva inculcando la editorial Vicens Vives desde
hace muchos años en un libro de Bachillerato.
Cualquier
historiador mínimamente serio sólo tiene que acceder a las fuentes documentales
originales para saber que la carrera política de José Antonio Primo de Rivera
comenzó tras la caída de la Dictadura de su padre, el general Miguel Primo de
Rivera, en 1930 para defender la memoria de su padre. Los primeros contactos de
José Antonio con el fascismo italiano tendrán lugar en 1933, diez años después
de lo que acredita este manual. Hasta entonces, no se había implicado en la
actividad política y su vida profesional se centró en la abogacía (es decir,
que no sólo terminó los estudios de Derecho sino que era un abogado en
ejercicio y con buena reputación, algo imposible para una persona que
abandonase dichos estudios).
Por otra
parte, la investigación histórica ha demostrado que José Antonio apenas tenía
noticias de los sucesos ocurridos desde su detención en marzo de 1936 hasta la
sublevación militar apoyada por una buena parte de España, así que no resulta
muy acertado decir que instigaba a sus seguidores a unirse (más bien, a José
Antonio le preocupaba el tipo de sublevación, sus objetivos y cómo afectaría a
los falangistas).
Sobre el
motivo por el que se fusiló a José Antonio, recordamos que ya se encontraba
detenido (muy irregularmente, ya que se le fueron aplicando una serie de
procesos que impidieron su puesta en libertad y le mantuvieron encarcelado
hasta el final) cuando se produce la sublevación contra el gobierno
frentepopulista, así que el término rebelión no sería el más adecuado para
definir su ejecución (el más correcto sería el de prevaricación por parte de
jueces y políticos).
Con semejantes
manuales, ¿cómo es de extrañar que nuestros jóvenes no conozcan ni valoren la
Historia de España cuando les han obligado a memorizar unos contenidos
erróneos?