El mes de julio ha
empezado con la entrada en vigor de la Ley de Seguridad Ciudadana y de la reforma del Código Penal.
De esta manera, el régimen político constitucional pretende cortar de raíz las
protestas contra las políticas adoptadas por el gobierno del Partido Popular
durante la última legislatura. No hay duda de que las imágenes de unos
manifestantes frente al Congreso de los Diputados o de un joven agredido
brutalmente por las fuerzas policiales son algo que podría llevar a muchas
personas de la indignación pasiva a la activa; algo que no puede consentir una
clase política que, además, ha hecho (y sigue haciendo) pagar la crisis
económica del capitalismo a una juventud que en los últimos años ha visto muy
limitadas sus posibilidades de formación educativa, especialmente en la
enseñanza universitaria.
El
Frente de Estudiantes Sindicalistas (FES) ve en la aprobación de esta “Ley
Mordaza” un acto de represiva cobardía por parte de un régimen político que
pomposamente se declara “democrático” y “de Derecho”, aunque en la práctica las
leyes que promulgan suelan ir contra los intereses de los españoles. Estamos
convencidos de que esta cobardía represiva también pretende acallar las
protestas estudiantiles, porque nada gusta menos a quienes privan de becas y
plazas en la universidad a los jóvenes (y no tan jóvenes) que escuchar cómo les
reprochan su poca vergüenza.
Este
injusto sistema político, económico y social teme perder el siniestro control
que ejerce sobre la vida de las personas. Pero mucho más el auge de una fuerza
verdaderamente opositora, que además de los cambios políticos y económicos
reivindique un cambio rotundo de valores. No basta con rechazar la injusta Ley
Mordaza que quiere silenciar la voz de los oprimidos. Hay que aspirar a un
cambio de sistema y de sociedad. Por eso, el Frente de Estudiantes
Sindicalistas (FES) sigue ofreciendo la bandera del nacionalsindicalismo a
todos aquellos que desean un cambio real y otra España. Nosotros creemos que es
posible y vale la pena luchar por ello.